Hay un orden c smico perfecto y la justicia divina perfecta es una parte integral y fundamental de dicho orden, pues sta es infalible y demuestra la mano de la divinidad en toda la Creaci n. . Mientras m s est uno adecuadamente conectado y por lo tanto, guiado en la vida, la vida se convertir cada vez m s en una manifestaci n del orden c smico.