Bienvenidos a El Rey Omega, el mayor club de alterne para Alfas, en el que todas las perversiones pueden hacerse realidad. Solo existe una regla: no marcar a ning n Omega; la imaginaci n es tu l mite siempre y cuando est s dispuesto a pagar el precio.
Es posible mantener viva la esperanza en un lugar tan s rdido como ese? La respuesta es sencilla... No. Aoi la perdi hace ya mucho tiempo, siendo casi un ni o. Ahora, a sus treinta y dos...