Era un d?a soleado y muy caluroso, el cielo completamente despejado, vestido de un glamoroso matiz azulado, ni una nube se divisaba en el pl?cido y lejano horizonte, la brisa repleta de humedad navegaba muy lentamente, abri?ndose paso con su lerdo camino. Es algo usual en ese peque?o pa?s muy cercano al mar, donde sus reducidas costas se encuentran colmadas con una suave arena de color gris?ceo, sus aguas profundas de un maravilloso tono azul turquesa...