La poes a no es todav a lo que queremos que sea, por eso no terminamos de escribirla. Escribimos para decirnos y para aprendernos de memoria, despu s para olvidarnos, es un ciclo perfecto. Necesitamos desaprendernos y enmudecer, estamos llenos de ruidos y visiones tremendas, llenos de relatos, de seres con los que convivimos, algunos hechos a nuestra imagen y conforme a nuestra semejanza, otros conforme a nuestros miedos. Estamos llenos de presencias,...