Despu s de abandonar la ciudad y radicarme en el campo, di un largo descanso a la poes a, pero los versos no descansan, siguen apareciendo en la mente, de d a y en sue os.Decid un d a tomar papel y l piz para no dejar perder las ideas que desaparecen en un instante si no se anotan, as lo hice y en pocos meses escrib m s de 80 sonetos con lo cual complet estos 500 sonetos que hoy les dejo, y digo que los dejo, porque la poes a no pertenece al poeta,...